El Triángulo de la Solidaridad está a punto de desaparecer. Desde adentro, la gente empieza a empacar sin saber adónde ir; desde afuera, sus vecinos aplauden aliviados. La historia de ese pedazo de tierra invadida es un retazo de la realidad nacional. No hay apelación válida y los precaristas están resignados. Sobre este trozo de tierra en Llorente de Tibás, en el cuál 522 familias que allí residen deberán abandonar su hogar en los próximos meses para dar lugar a la nueva carretera de circunvalación norte de la capital.
Es un terreno público que hace 14 años fue invadido por familias en extrema pobreza. En cada puerta, hay una historia de migración, de integración, de multiculturalidad y juntos han logrado crear una comunidad organizada a pesar de las barreras y los conflictos sociales como robos, violencia, drogas que son atribuidos a este vecindario. El futuro ahora es incierto, por el momento no saben a dónde irán cuando les sea entregado a cada familia la orden de desalojo que desde ya esperan; por ahora deben lidiar con las barreras sociales en otras zonas del país que se niegan a recibirlos como vecinos. Marcela Bertozzi.
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