Lo inmediato
Nadia Salvatierra | Tucumán
“De repente, las superficies de las cosas que me rodeaban comenzaron a brillar raramente o a volverse vagamente opacas como cortinas, que al ser iluminadas de atrás pasan de opacas a transparentes y dan a una habitación una repentina profundidad.
Pero no había nada que ilumine estos objetos por detrás, y permanecieron sellados por su densidad, que rara vez se disipó lo suficiente como para dejar ver su verdadero significado.
” Max Blechers.
Hay una veta terrible en los espacios cotidianos, intrascendentales.
En los decorados, en el escenario donde la vida transcurre.
Esos lugares comunes que son testigos del devenir humano yacen como cáscaras, incomodándome. Imágenes estériles, herméticas y casi irreales.
Detengo la mirada en ese espacio inmutable que no suelo ver. Pero ahora observo, y ese entorno indiferente, estático, me punza en su apatía.
Las fotografías, como una imagen especular, me devuelven un reflejo distorsionado e inverso de mi misma.
En ese ascetismo de alguna forma me inmiscuyo, solo lo mínimo como para no desvanecer.
Una ansiedad subyacente cruza oblicuamente las imágenes.
Ese entorno soy yo.