En este tiempo con una superficie tan reflejante de las influencias del poder y su materialización que de aurora a ocaso estamos siendo de una manera u otra hostigados no nos permite apreciar la belleza de la simplicidad de la vida, enfrascando nuestros sentidos y abriendo brechas a sensaciones que nos llenan de placer por un corto espacio de tiempo y posteriormente quedamos en el presente viviéndolo y percibiéndolo de una manera invariable y aburrida.
En estas dos series reflejo lo habitual de la ciudad donde vivo, destellando el encanto atractivo y esplendoroso de lo sencillo a travéz de mi visión fotográfica; jugando con la geometría, luz y oscuridad. Quedando atrapado en una línea de tiempo ese presente monocromático que vi posarse ante mis ojos.
El blanco y negro siempre juega un papel importante en mis obras ya que poseen el objetivo de reflejar el balance existente donde todos formamos parte de la cadena infinita de energía, siendo esta una ley ineludible del Universo.
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