Esta serie es parte de un proyecto editorial fotográfico, que se compone de dípticos. Se presenta una imagen de un altar y un retrato de su creador.
El retrato, se convierte en el elemento que articula el proyecto con la intención de hablar sobre la representación del individuo, a través del retrato en un espacio íntimo. Por un lado, el altar pone de manifiesto los elementos constitutivos de la fe, informan acerca del origen social y del quehacer del individuo, revelan su intimidad y nos hablan del uso del espacio.
El altar se convierte, de cierta manera, en un autoretrato del dueño, ya que representa un aspecto muy íntimo. Por otro lado, esta mi representación del dueño a través de su retrato. Este retrato, pretende contextualizar al sujeto en su entorno y evidenciar la pose como una manera de mostrarse ante la cámara y un público.
Este retrato surge de una necesidad de ver quien se encuentra atrás de esta construcción, es decir el creador del altar. La intención de mostrar estas fotografías como dípticos es contraponer al creador con su obra. Al “autorretrato” (altar) con el retratado (dueño). Se pretende evidenciar como estas representaciones puede ser un fragmento del individuo.
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