Podemos encontrar muchos referentes en la historia del arte, donde las distintas manifestaciones pictóricas nos permiten conocer la intimidad de las costumbres y modos de vida del hombre a través de sus cosas y espacios. Cocina íntima es un proyecto que establece una estrecha relación con el espacio doméstico de carácter rural. La cocina rural es el espacio íntimo fotografiado al cual me permitieron acceder familias en pequeños poblados de Boyacá.
Esta serie de fotografías a color captura las texturas presentes en el espacio de la cocina. La fábrica de los alimentes caseros, las cocinas, son contenedor culturales, espacios donde los saberes gastronómicos son transmitidos por tradición, principalmente oral en la vía de la experimentación con los alimentos.
La comida es el resultado de las enseñanzas fundamentales del gusto y el hábito de comer. El olor a hollín en las cocinas de mi viaje es una constante del recorrido; esta sensación lejana a la ciudad logra producir en mi imaginación pinturas con el título: bodegón con leña. En muchas de las casas que visité las cocinas no funcionan a gas, utilizan la leña. Una abuelita argumentaba: (la leña preserva el saber de los alimentos) ella prefería este sistema aun teniendo cocina a gas. Las cocinas rurales son espacios generalmente grandes con un color particular en tierras, ocres y amarillos matizados por luz natural. Los elementos propios del campo hacen que los alimentos saltan a la vista y generen logradas composiciones de lo cotidiano.
En el recorrido tocaba a la puerta de las casas en las veredas y pedía el favor de fotografiar la cocina en ese mismo instante con los vestigios de las acciones realizadas en una pose natural de la cocina en un día cualquiera.
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