Celebración pagano-religiosa, donde se juntan los vivos con los muertos, cada 8 de noviembre una vez al año, el cementerio general de La Paz recibe a una gran cantidad de devotos de “Las Ñatitas”, a quienes llevan a misa para recibir la bendición del cura. La iglesia se llena de gente que sostiene cráneos humanos, decorados con flores, gafas o sombreros, en bandejas o cajas de vidrio, madera y otros materiales.
Estos cráneos son conocidos como “Las Ñatitas” o narices chatas y son objeto de devoción desde hace mucho tiempo.
Las calaveras, pueden corresponder a aun ser querido de alguno de los devotos u obtenidos por robos, que suelen realizarse en su mayoría en cementerios clandestinos.
Como mucha gente cree que las Ñatitas son protectores de sus casas e incluso, artífices de milagros, existen familias que en su hogar,cuentan con un altar donde las veneran y les prenden continuamente velas, ofreciéndoles cigarrillos y hojas de coca, como una manera de agradecimiento por un milagro cumplido o con la intención de pedirle uno.