Hasta el siglo XVIII la postura vertical era la más común para dar a luz: sentada, en cuclillas o de pie Las egipcias parían arrodilladas y la nobleza en cómodas sillas de parto. En la civilización grecorromana las etruscas y romanas parían de pie o sentadas. En la Edad Media se utilizaba también la silla de partos. En las grandes culturas del continente americano y la India, la mujer de parto estaba completamente erguida apoyada en otra mujer, y la matrona sentadita delante con las manos bajo la falda. En algunas zonas aisladas como Baleares se mantuvo el uso tradicional de la silla de partos hasta el siglo XIX. Era costumbre que cada familia mallorquina tuviera la suya y las mujeres se la fueran pasando de una generación a otra. Variaban los modelos en la época según el rango social, desde elegantes y adornadas, hasta las más sencillas de madera.
Pero después de milenios de experiencia este ritual femenino cambió… Con la rica sociedad francesa del siglo XVIII se inició el parto con las mujeres tumbadas, ya que con la riqueza llegó el sedentarismo, el sobrepeso, los grandes vestidos. Ante esto, no se vio otra solución que tumbarlas, para además poder aplicar el instrumento de moda de la época, el fórceps. De esta manera el parto en horizontal se convirtió en una moda que proporcionaba status, y que saltó de las cortes reales de Europa a la plebe y se mantiene con pocos siglos de vigencia hasta la actualidad, como postura convencional. . Pero aunque el parto ha estado influenciado por las diferentes épocas y las realidades culturales y sociales de cada momento, en esencia, su naturaleza no cambia. Mujeres urbanas están comenzando a reclamar el parto vertical, sentadas o en cuclillas, que aún practican de manera satisfactoria las indígenas y campesinas en distintas partes del planeta.
ELIGEN PARIR CON LOS PIES EN LA TIERRA En el marco de la reivindicación de los derechos de las mujeres y en el hacer memoria de aquellas vidas apagadas por la indiferencia y violencia que viene desde la inquisición - Edad Media; las parteras tradicionales, desde su despertar y honrando a sus ancestras manifiestan: Somos las mujeres que Honramos la vida Hacemos de la maternidad un acto político - familiar Reconocemos y asumimos nuestro poder Ejercemos la soberanía sobre nuestros cuerpos Recordamos y nos reconocemos como portadoras y guardianas de los saberes ancestrales Parir con dignidad y respeto es: Un trabajo que promueve la evolución de la vida Una afirmación de los saberes y prácticas de las parteras tradicionales Nos afirma como mujeres que rompemos con círculos de violencias y paradigmas patriarcales Ser guardianas de las aguas del planeta Sembrar la semilla de paz, amor, justicia, equidad y libertad en nuestros hijos hijas y familias. Reivindicar nuestro derecho a gestar, parir y criar en no violencia, confianza y coherencia en nuestras diversas formas de vida Resignificarnos como territorios de paz Estamos tejidas, Somos hermanas, No parimos solas: Parimos con los pies en la Tierra!
Ver en ISSUU
Contacto