Deambular sin rumbos o destinos fijos parece una actividad que nos alcanza cada día para recordarnos que la vida no se detiene aunque dejemos de ver la luz. El desplazamiento es una acción que implica cambiarse de lugar o posición dentro de un espacio; estamos aquí y allá siempre en alianza con el tiempo, ese mismo que coordina aglomeraciones, cruza miradas que se pierden en el camino, transforma los días en épocas y nos convierte en nómadas involuntarios.
Compartimos la misma ciudad que va desapareciendo entre el ruido y la rutina, logramos conciliar el sueño en la calle sin necesidad de una almohada siendo víctimas del cansancio, reconocemos nuestro camino sin utilizar un mapa, pero ¿Hasta dónde llegaremos?.
Ver en ISSUU