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Bex Magazine #15 Especial Malvinas

Sub Coop

Veteranos de guerra

Quiénes son los hombres que fueron a las Malvinas? Esta fue la pregunta disparadora para realizar este trabajo: ponerle cara y nombre a quienes sufrieron en carne propia esta guerra. Poder dimensionar a través de sus testimonios, de sus expresiones marcadas por el horror, qué significa haber sobrevivido a la guerra de Malvinas.
Intentar comprender en sus miradas de qué manera este acontecimiento representó un momento bisagra en sus vidas y cómo todo lo que vino después se vivió a la luz de esta experiencia oscura. El ensayo indaga en las historias de distintos protagonistas con sus vivencias específicas: desde soldados conscriptos hasta oficiales y civiles.
Sus visiones particulares están atravesadas por diferencias de rango, pero también de origen y clase social. 30 años después, la vigencia de este episodio nos permite pensar en sus historias entrecruzadas con la propia historia del país.

retrato
Contacto

fotografia del ensayo

Martin Barzilai / Sub.Coop
Jorge Goeing, 72 años, jubilado de las fuerzas aéreas. En esa época ya había ido a las Malvinas.
Trabajaba par inteligencia de las fuerzas aéreas. Cuando iba ahí, me quedaba en lo de una uruguaya.
Cuando la volví a ver durante la guerra, después de los bombardeos, me decía: pero viviste en mi casa, te dimos hospitalidad y ahora nos haces esto.”


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Martin Barzilai / Sub.Coop
Francisco Alisalde, 56 años, vendedor en seguros, civil En esa época trabajaba como radio en un barco que era de la reserva naval. Ese buque no estaba para nada preparado para la guerra. Fuimos atacados el 25 de mayo. Me acuerdo que habían 23 impactos en mi camarote. Después en un bombardeo a tierra, tuve una herida en la mano. Me operaron 5 veces.”


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José Mario Mauricio, 70 años Almirante de la Marina, jubilado. En esa época era capitán de corbeta y fui para allá para apoyar el desembarque. Me quedé solo unos días porque fui relevado. Sólo que no tenía cómo volver. Por suerte me encontré con un amigo que me llevo. De alguna forma volví a dedo.”


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Juan Carlos Ianuzzo, 70 años, jubilado de la Marina “Era capitán de corbeta. El barco en donde estaba fue bombardeado pero por suerte la bomba no exploto. Navegamos un tiempo largo con eso a bordo. Fue cuando volvimos al continente que nos dimos cuenta que la bomba era Argentina”.


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Mario Oshiro, 51 años, taxista jubilado, soldado conscripto “Estábamos escapando de la infantería inglesa en un vehículo con otro soldado y un cabo. El compañero y yo bajamos en un momento a ver si había alguien en un búnker de guardia.
Estaba vacío. En ese momento un golpe de mortero paso muy cerca. Después nos dimos cuenta que el cabo se había ido con el vehículo.
Nos dejó solos y a pie en el medio del campo de batalla. Intentamos correr pero con lo poco que habíamos comido era imposible. Tuvimos mucha suerte de sobrevivir.


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Jorge Tedesco, 50 años, concejal que trabaja sobre la cuestión de los ex combatientes, soldado conscripto “ Cuando me llamaron para la guerra, pasé por todas las sensaciones: como estaba por acabar el servicio militar, pensé que era una macana, después cuando llegamos sentí que estábamos cumpliendo algo para el país.
Y en el momento del combate, el que dice que no tuvo miedo es que no estuvo en combate.
Cuando fuimos prisioneros de los ingleses fueron los peores días de mi vida: me rompieron las rodillas a culatazos.”


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Miguel Anderfuhrn, 51 años, soldado conscripto “Al principio, aparte del frío, todo iba bien, pero después de 40 días pasamos 5 días sin comer. En un momento que atacaban los ingleses, me acuerdo de nuestro oficial que se fue solo corriendo sin habernos dado en ningún momento la orden de retirarnos.
Los 4 primeros muertos de mi regimiento (el 7) fueron por el hambre. Se fueron a buscar comida y se encontraron en un campo de minas.
Tuvimos que ir a buscar los cuerpos que estaban en pedazos. Después los oficiales nos castigaron por haberlos dejado abandonar el puesto.”


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Marcelo Olindi, 50 años, auxiliar de escuela primaria, soldado conscripto Trabajé en el deposito de comida pero perdí 35 kilos! Hay que decir que las supuestas raciones eran solamente jabón y papel higiénico”.


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Norberto Jorge Flores 49 años, jubilado funcionario del poder judicial, soldado conscripto “ para mi la guerra fue sobrevivir. Ya era flaco como hoy.
Veía a mis compañeros adelgazar. Yo no me lo podía permitir. Así que todo se resumió en buscar comida.”


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Rodrigo Mariano Paz, 49 años, ex empleado de la American British Tabaco.
Soldado conscripto “En una escala de 0 a 4 de síndrome post traumático, a mi me dieron 3,2 según un psiquiatra civil.
Los militares ellos siempre dijeron que yo estaba muy bien. Para mi lo mas duro fue la post-guerra. Pero por suerte encontré a un psicoanalista que fue como una bisagra en mi vida.”


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Jorge Rey, 50 años, funcionario de justicia. soldado conscripto “Nuestra generación no estaba preparada. Me pusieron a utilizar un mortero que nunca había visto. Disparaba de manera mecánica sin darme cuenta de las consecuencias. Cuando se rompió y pare me sentí muy mal. Por otro lado, pude salvar a compañeros heridos y eso me hizo bien. Tenia 19 años y perdí 8 kilos. Cuando los ingleses llegaron por fin pudimos comer y lavarnos.”


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Alejandro Diego, 50 años, ex ejecutivo de Techint, soldado conscripto Yo crecí en los barrios buenos. Mis viejos consiguieron que yo durante mis servicio militar pueda estar acomodado en el Ministerio de Defensa en la sección Meteorología. Pero el Alto Mando decidió que unos 80 acomodados tenían que ir también a las Malvinas. Mi viejo me dijo que me fuera a Uruguay y que espere ahí que las cosas se calmen. Pero yo quise ir igual. El único trauma que tuve de la guerra fue un sueño recurrente en el cual había de nuevo una guerra, mi viejo me volvía a proponer de irme a Urguay, y yo me iba de nueva la guerra donde sufría los mismos bombardeos horribles como en las Malvinas. Tuve esa pesadilla varias veces y se fue una vez que dentro del sueño elegí hacerle caso a mi viejo e irme a Uruguay.”


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Edgardo A. Dell’Elicine 74 años, jubilado, capitán de la marina mercante, civil Edgardo A. Dell’Elicine 74 años, jubilado, capitán de la marina mercante, civil Yo fui capitán del “Río Carcaraña”. El 16 de mayo, vimos que por primera ves, el tiempo estaba despejado. Les dije que se preparen y que cuando venga el ataque se pongan a estribor, no a babor. Adivine que iban atacar con el sol en la cola de los aviones. A babor el buque pareciera un colador. Por suerte no atravesó del otro lado si no yo no estaría acá. El “Río Carcaraña” fue condecorado. Es absurdo es como condecorar la culata del fusil de un soldado.


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